Exposiciones,  Reseña

La cuerda rota: a 143 años del viaje de Edward Whymper al Ecuador

No tengo una afición por la alta montaña, la escalada en roca o senderismo pero esta muestra afortunadamente se centra en algo que compartimos fotógrafos con aquellos que si ejercen esta profesión o hobbies: curiosidad y hambre de aventura (que no son lo mismo pero si muy similares). 

El pabellón 5 del CAC está dividido en tres espacios. La muestra de David Coral está en el espacio intermedio. Al entrar a la sala a oscuras te topas con una piedra sobre la que se montó una placa con la inscripción “Edward Whymper | author – explorer – mountaineer“. En seguida escuchas la voz del narrador, misma que te invita a recorrer una historia de una manera diferente a la tradicional… La historia te es contada de manera lineal, pero es la voz la que guía la mirada en tanto dura la muestra. Así es, esta muestra está diseñada como una obra de teatro en la que cada actor entra en escena a su momento, y se desvanece en cuanto da paso al siguiente protagonista y tiene un tiempo de duración predeterminado. 

La muestra para mi es un compendio de cuentos curados dentro de una temática: Whymper. Cada micro-relato, es contada en primera persona por el personaje a quien veremos retratado por el fotógrafo e ilustrada por un objeto que al estar en sala se convierte al final en un segundo personaje del micro-relato. El personaje nos contará con su voz y obvio en sus palabras,  su relación personal con una de las facetas de Whymper, ósea quién le da nombre a la muestra, pero a quien, como la foto de la madre recién muerta en “La cámara lúcida” de Barthes, sólo nos imaginamos. Así Whymper es de lo único que trata la obra, a quien conoceremos a profundidad con cada relato, pero a quien no veremos jamás.  

Al salir de de la muestra escribí directamente a David para agradecerle el que nos haya regalado esta muestra. Su montaje no solo es signo de la dedicación y profesionalismo de su autor sino de su percepción y respeto al medio. Porque enfrenta a la fotografía a su incapacidad de narración lineal por sí misma (sola) para subrayar así su aporte inmenso a este tipo de narrativas (objeto+ palabra+imagen). Así mismo resalta lo necesario de los silencios visuales y sonoros para poder imaginar más allá de lo presente.

En conclusión no puedo más que recomendarles darse un tiempo para visitar la muestra y dejarse guiar por esta historia y este recorrido aventurero y multifacético como el mismísimo Whymper.

 

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